lunes, 15 de septiembre de 2025

Traslado a la capital de Malasia, Kuala Lumpur.

      A las 9 de la mañana me fui al puerto de George Town a coger un ferry para cruzar al continente. Hacía mala mar pero como la distancia es corta, a penas un cuarto de hora, me apetecía más que el atasco con los coches en el puente. Una mañana fresquita y con aire y lluvia que me han terminado de despertar.

    La intención era empalmar con un tren pero una vez en la estación no había billetes. Son vacaciones escolares, tienen 8 días en septiembre y, como en Semana Santa en España, todo el mundo se ha puesto a viajar. Menos mal que la estación de autobuses estaba al lado y he conseguido una plaza. 

    Fijaros en el oleaje. En la última foto, al fondo se ve el puente.


El autobús, aunque con una decoración muy peculiar, era bueno y comodísimo, con tres butacas por fila y amplitud. Eran 350 km y el Maps era muy optimista calculando el tiempo. Yo sabía que se irían 6 horas, pero bueno, tampoco han sido más. El paisaje como en el viaje anterior. Mucha llanura llena de palmeras y otros árboles.

Las carreteras también son muy buenas. Tres carriles en cada dirección y con algún túnel y bastante tierra removida para mejorar el trazado. Me parece un país más avanzado que Tailandia en muchos aspectos. Como ha mitad del viaje ha habido una zona más montañosa pero no ha durado más de media hora o así. 

Como a treinta km antes de llegar han empezado los barrios-dormitorio sobretodo con numerosos chalets adosados y algunas torres ya a la vista.

A la entrada en Kuala Lumpur en seguida te encuentras totalmente rodeado de rascacielos y no sabes para dónde mirar. Algunos realmente estrechos y altos. Los arquitectos parece que cada vez desafían más las leyes de la física. 

Cogí una habitación en el Hotel Meliá Kuala Lumpur porque estuvo Lely el año pasado y me lo aconsejó. Además me dijo que había un gerente español que les ayudó mucho. Está enclavado en una buena zona, equidistante de las Twin Torres y de Chinatown y otra zona de atracciones turísticas. Al gerente lo han destinado a China, pero bueno, el hotel merece la pena. Además en Booking ofrecían demasiadas habitaciones en rascacielos y no me gusta levantarme demasiado del suelo. En el Meliá estoy en un piso 11 de 18. Mirad las vistas que tengo desde la terraza. También desde mi cama se ven las torres. Son bonitas. 

Bueno, y como lo prometido es deuda, ahí tenéis el pequeño homenaje de este blog a la Feria de Albacete, la mejor del mundo para mí. Mi familia y amigos, como cualquier albaceteño, la vivimos a tope. Para los que la conocéis y para los que no, estáis todos invitados a participar en ella. Ya solo quedan dos días. La familia y amigos con los trajes tradicionales son la mejor forma que tengo de transmitiros toda la alegría de tanta buena gente. Viva la Feria de Albacete!. Viva la Virgen de los Llanos!. Viva mi tierra!.

Buenas noches!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Me creo que si hubo un Paraíso en la Tierra estuviera en Bali.

Este resumen no está disponible. Haz clic en este enlace para ver la entrada.