Ayer me sorprendió el ambiente y la ciudad en si y me quedaban cosas por ver. No es fácil calibrar cuantas noches reservo en cada sitio. Aquí había reservado dos y si me hubiera ido hoy habría sido a regañadientes.
Estos días hay vacaciones escolares y los hoteles están a tope, así es que en el que estaba no me podían acoger, con lo que me metí en Booking de nuevo y encontré este sitio que es una mansión reconvertida para pocos clientes con habitaciones de 40 metros. Un acierto porque además no está lejos de lo que quería ver. Esta es la casa.
Tampoco la he disfrutado mucho porque dejé las maletas a las 10 y he vuelto a las 6 de la tarde, pero una habitación amplia parece que te da vida cuando llegas cansado y sudoroso. Hoy la jornada va de mansiones. La primera es la "Casa Azul". No creo haber visto otra más bonita en mi vida. Ahí tenéis las fotos.
Dos pisos, gran patio al entrar, patio interior, patios traseros y habitaciones con techos altos y espaciosas. Es una pena que parte de ella la hayan convertido en Museo y tienda de souvenirs, pero no pierde su encanto.
La decoración, plantas, columnas, ventanas, puertas, cristales,... Todo está elegido con un gusto exquisito.
En un bar que había al terminar la visita guiada en la planta de abajo (se ve en la foto redonda penúltima) me he tomado un amareto mientras se me secaba un poco la camisa al fresco.
Como siempre, intento robar alguna foto de la gente con la que me cruzo. Aunque hay turismo, más del 80% es del propio sudeste asiático. Yo creo que la mayoría de ellos ni saben lo que es europa ni les preocupa.
Les gusta preguntar de dónde eres y conversar, pero en seguida te das cuenta de que somos una simple anécdota en su vida. La tienen muy asumida, a la mayoría les va bien, y nosotros estamos tan lejos que no les importamos nada. Eso sí, nos tratan con mucho más respeto que nosotros a ellos.
Muy cerca había un par de instituciones católicas, una Fundación de San Javier con una escultura de San Juan Bautista de la Salle, patrón de los maestros y la iglesia de la Asunción.
Luego he ido a otra mansión muy turística, Pinang Peranakan se llama. Esta es verde y aunque para mí no es tan bonita como la otra, también merece la pena echarle un vistazo. Tiene además mucho más contenido en muebles, cristalerías, esculturas, objetos a la venta,... Y es algo más grande.
En la azul se han echo muchas películas; en la verde había muchas parejas de novios engalanados haciéndose reportajes. Cristalerías, jarrones,... Espectaculares.
Mirad esa fuente dentro de la casa, esos espejos, ese banco con dos esculturas de mujer como brazos.
La verdad es que en imaginación y creatividad, no tienen nada que envidiarnos. Es más, yo creo que nos superan.
Vendían muchas cosas, incluida joyería, cerámica, laminas, ... Lo que os podáis imaginar. La azul no era tan comercial.
En las fotos de a casa azul he metido una de camisas (una de mis debilidades). Mirad la variedad y colorido que había en esta -para ambos sexos- , equiparable a las de la ruta de la seda que también me gustaron mucho.
Desde allí ya he buscado el mar. Estoy en una isla y solo lo había visto desde el puente al cruzar. Ahí lo tenéis, con cangrejos y bígaros o lapas. Esos árboles vallados de abajo tenían cada uno una placa de quien y cuando los habían plantado.
En esta composición os he metido un par de fotos de una fortaleza militar que solo he visto por fuera y algunas edificaciones portuarias. También había gallos sueltos.
La siguiente visita, sin dejar el puerto es a lo que llamar el "Clan Jetties", un barrio que los chinos inmigrantes construyeron en el puerto sobre pilotes de madera porque no les dieron casas ni tenían como pagar los impuestos. El interior de las casas, todas de madera parece muy confortable. En principio vivían clanes familiares, todos con el mismo apellido en cada casa. Actualmente por supuesto se han mezclado.
Necesitaba refrescarme y en un bareto he tenido que elegir entre limonada y una bebida que llaman "pasión"..., estaba buena. Jejejeje.
A la vuelta había que pasar por la calle del arte y he visto algún mural más. El de la moto, en la segunda foto se ve el truco. Lo de la selección de rugby de Irlanda es una foto. En la última están los dos niños de la bicicleta de ayer encerrados y separados de su más preciado bien.
Frente al cuartel de los bomberos (en la primera foto) se encuentra la pequeña india. Un barrio en el que vive una gran comunidad de ese país. Es un barrio muy animado y obviamente con mucha gente de raza hindú. Efectivamente están concentrados en esas quince o veinte manzanas. Por lo demás, tiene bastantes similitudes con el resto de la ciudad.
Dentro de dicho barrio hay un templo también de aquellas tierras. El Templo de Mahamariamman. De entre sus dioses, reconozco ya a Ganesa, el de la cabeza de elefante a quien reza mi amigo Raju.
Me despido con estas portadas de otro templo que había cerca y estaba cerrado.
Yo creo que es la primera vez que repito una foto a drede, pero es que este bonsai esta mañana en la casa azul me ha dejado prendado. La apertura de esas hojas parece una alegoría de la lucha por la vida. Me parece fascinante.
Buenas noches. Se me ha hecho tarde y mañana viajo a la capital Kuala Lumpur, otro monstruo. Ya os contaré. Feliz fin de feria. Mañana o pasado os enviaré una sorpresilla relacionada con las fiestas de Albacete. Hasta entonces.
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