martes, 9 de septiembre de 2025

Hua Hin (Tailandia), una grata sorpresa; un dulce descanso.

     Una ciudad pequeñita, manejable, con mezcla de monumentos, turismo en temporada baja y un inmenso océano.

    A la izquierda mi calle y mi hotel (el edificio rosa). Debajo la visión desde mi mesa del desayuno muestra la estrechez de la misma. A la salida, en seguida esos altares pequeños en comercios, esquinas, edificios,... Con flores y frutas del día para agasajar a reyes y/o dioses. Las imágenes de la última foto son dos de los obsequiados. El edificio es una comisaría de donde salían tres presos encadenados cuando he pasado.


Hay una amplia avenida que cruza el pueblo paralela al océano con casas de 3 o 4 alturas, un gran monumento a los reyes haciendo esquina y este complejo budista de la ciudad de Hua Hin, con muchas dependencias.

El tipo de construcción de los tejados sobretodo y adornos, aún ya vistos, no dejan de sorprendernos.

La campana, el timbal, y grandísimos espacios para reunir a mucha gente.

Los dibujos en las paredes con temas costumbristas. Tras las rejas (estaba cerrado), el cementerio. Fijaros que copa de playa usan para dejar cada día flores frescas como ofrenda.

Este par de gallos eran los dueños del lugar. El de la izquierda cuando me he acercado ha echado a volar..., y mirad cómo tienen las plantas.

Aquí os voy a mezclar varias cosas: la chica con la lista de precios para dar masajes -hay muchas docenas por todas partes-; la torre del reloj que he ido a ver porque está en el plano que me han dado (esperaba más); hay también muchos negocios de alquiler de motocicletas; algún grafiti, y la última es de un colegio con una pista polideportiva cubierta con esa enorme estructura.


Las casas como veis son muy normalitas, bajas y con formas parecidas. Lo que nunca entenderé es que consigan encontrar el cable que buscan cuando han de reparar algo. 

Sobre la una me he ido para la playa a ver donde me ponían un buen pescadito y una cerveza y me he decidido por este restaurante. Están en temporada baja y no había nadie, pero a mí me ha dado igual. El sitio y la comida han merecido mucho la pena.

Después del condumio he ido a ver un templo chino a la orilla de la playa. Es pequeño, sin muchas pretensiones, y solo atrae su enclave. Abajo a la derecha están los muñecos que representan a sus adorados dioses, aunque no se han esmerado mucho al colocarle la barba al de la derecha.

El paseo posterior por la playa no tiene precio. Caballos (si pesara y midiera lo que un jockey me había dado una vuelta), palomas (no hay gaviotas), cangrejos, algún turista, y agua y arena blanca y fina.

Mirad los cangrejillos que agujeros hacen en la arena y como van depositando fuera la que sacan. A dos de ellos los he pillado de guardia. En la última foto se vé la que se estaba preparando y el motivo de venirme antes de las cinco al hotel dando la jornada por felizmente concluida.

No quiero pasar por alto los incidentes que están ocurriendo en Katmandú al poco de salir yo de Nepal. Enfrentamientos de los estudiantes con la policía protestando por la censura. Creo que van 25 muertos, la ciudad en toque de queda, y el aeropuerto cerrado. Me cuesta creerlo habiendo estado tan alegremente seguro en toda la ciudad hace nada. 

Mañana otra vez tren a Surat Thani (460 km) dirección sur. 130.000 habitantes, un templo con más de mil años, y un entorno (que no creo que visite) selvático en el interior y de turísticas islas en el golfo a las que sirve como ciudad de paso. Para mí será una oportunidad más de salirme de la ruta turística y conocer la Tailandia más genuina y tradicional. Buenas tardes a todos. 

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Me creo que si hubo un Paraíso en la Tierra estuviera en Bali.

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