Hoy tocaba tren otra vez para seguir bajando, primero a Malasia, y luego Singapur, Indonesia y Australia.
Tailandia es un país muy uniforme por lo que veo. Exceptuando la capital Bangkok que es un monstruo muy atractivo, el resto es una especie de selva con mucho arrozal en algunas zonas, alguna montaña muy bonita pero de poca altitud, llena de plataneros y cocoteros, pero muy domesticada por sus habitantes que los explotan y administran, con casas donde vivir o cobijarse cada poco tiempo, pueblos pequeños y mucha playa e islas.
Su lengua de tierra separa los océanos Indico y Pacífico, lo que unido a su altitud hace que sea un país cálido, húmedo y muy frondoso.
Esta es la estación nueva que ya visteis el otro día. Los reyes tienen un altar en todo el centro del andén al que alguien le cambia las flores y ofrendas todos los días. Ese es el tren que me ha traído. Como curiosidad, había en la sala de espera muchos bancos sin respaldo y unos cuantos con él, éstos reservados a disminuidos físicos, embarazadas, personas con niños y "monjes". Me escuajo!!.
Y esta monería es la estación vieja que debe de dar servicio a cercanías u otros trenes salvo los de largo recorrido.
Hoy iba en segunda clase con aíre acondicionado y mejores asientos. Me ha sorprendido ver una iglesia católica a lo lejos nada más salir. También algunos templos budistas. Ahí tenéis el mapa de situación y alguna foto de las calles de los pueblos por los que pasábamos.
Aunque hay poca montaña como os he dicho, son muy bonitas por su forma y mezclar roca con vegetación. También hemos cruzado muchos ríos.
Mirad el fruto de los cocoteros.
Estos son el tipo de viviendas y chozas que abundan y veíamos desde el tren. Alguna como veis (parece un complejo budista), en la cima de alguna colina.
Mirad que semental he pillado por pura casualidad. Lo que más he visto han sido cebúes y algún búfalo. Los paisanos son gente de las estaciones que subían al tren
Surat Thani tiene el doble de habitantes que Hua Hin y mucho más movimiento. De casualidad no he tenido una peligrosa confusión al llegar. Iba tan tranquilo con el Maps controlando, y he pensado: voy a preguntarle a Chris si la estación está en la ciudad o fuera... Pues menos mal porque yo iba tan tranquilo pensando que me quedaban 20 km y estaba entrando en la estación que se encuentra en un barrio, Phun Phin, más de 15 km antes de llegar. He dado un salto en el asiento, le he preguntado al jefe del vagón, y me he bajado donde debía.
El edificio blanco cuadrado es el Hotel Plaza.
Pasado mañana se me complica la cosa porque no me da la gana de coger trenes nocturnos, y como además tendré que pasar las aduanas de Tailandia y Malasia, creo que voy a tener que coger cuatro medios entre tren, bus y ferry para llegar a Penang, una isla ya en Malasia que espero sea mi destino. De todas formas, si no llego, en cualquiera de los pueblos donde tengo que hacer transbordo, pronto cojo una habitación y sigo al día siguiente.
Entre otras dificultades, los trenes de Tailandia no cruzan a Malasia, y viceversa. En fin, que mañana espero pasar un buen día porque pasado va a ser sin duda entretenido.
Os iré contando. Que siga bien la feria y un abrazote muy grande para la Peña Diego Fox que estará empezando en estos momentos la comida de hermandad de feria. Yo estoy ya cenando, así es que buenas noches.
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