lunes, 8 de septiembre de 2025

De Bangkok a Hua Hin en tren, mi transporte favorito.

     Tenía un tren rápido a las 7,30 que me habría traído en dos horas, pero no tenía prisa y no me apetecía madrugar mucho sin saber ayer cuando saqué el billete como iría la noche con el tratamiento.

     He preferido levantarme pronto -sin madrugar-, desayunar tranquila y copiosamente en el hotel, recoger pausadamente, hacer una entrada al blog contando lo de ayer y haciendo referencia a nuestra querida Feria, apurar la estancia en el alojamiento que me ha gustado mucho, e irme con tiempo a la estación, que en estas ciudades monstruo, pueden tener sorpresas hasta que te haces con ellas.

    De camino en el taxi, más torres y mucha agua. Efectivamente la estación es de las que te pierdes y no encuentras la vía como vengas con prisas, con dos alturas de andenes, y como curiosidad, ese tipo de urinarios que ya hemos visto y que si no apuntas te lo haces por encima. Las colas para entrar en el anden tremendas. No nos han dejado subir hasta un cuarto de hora antes.


Cogí vagón de tercera clase que era lo único que quedaba libre pero no me arrepiento porque he ido en una de esas bancadas yo solo. Salimos por una vía por encima de los tejados de los arrabales de la ciudad y empezamos a ver un país absolutamente verde en la divisoria de los océanos Indico y Pacífico que es lo mismo que decir entre los golfos de Bengala y Tailandia.

El viaje ha sido con esta joven enfrente que se ha pasado el trayecto hablando y mirando el móvil. Nada más salir hemos abierto la ventanilla de par en par, y ha sido una gozada porque hacía muy buen tiempo, y hemos disfrutado del atardecer (aunque nublado) y de cientos de arrozales adornados con esas palmeras de vez en cuando.

El país está lleno de pasos a nivel con barrera. He visto unos cuantos complejos budistas desde el tren como ese, pero es imposible retratarlos en movimiento y a buena velocidad que íbamos.

En el último tramo han aparecido algunas montañas pero como veis de poca altura y algunas muy redondeadas. También hemos atravesado algunos ríos que al parecer dan lugar a diversos mercados flotantes como el que vimos anteayer en Bangkok. En resumen un país que me ha parecido muy habitable. Nada que ver con la gran urbe que es la capital. El resto de Tailandia se presta más al relax, los masajes, las playas y unos mercados y una naturaleza muy sugerentes.

La estación de Hua Hin me creo lo que dice la propaganda turística de que es la más bonita de todas. Tiene también dos alturas de vías. Nosotros hemos llegado por la de arriba. No sé si son fiestas o qué pero me han recibido con cientos de banderas por las calles. Posiblemente sean así de generosos exhibiendo su símbolo nacional. 

Dice el parte metereológico que mañana no llovera. Como sea verdad, me espera un día estupendo para terminar de recuperarme. Playita, algún monumento por el centro, y participar de la vida tailandesa con calma. Que terminéis bien el día de la Virgen de los Llanos. Buenas noches a las 9 ya en Hua Hin.

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Me creo que si hubo un Paraíso en la Tierra estuviera en Bali.

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