Efectivamente el guía me ha contado que en Noviembre que es la peregrinación más numerosa se reúnen millón y medio de personas en un pueblo de 15.000 habitantes.
La historia es que Brahma, que es un Dios de aquí, solo tiene un templo dedicado a él en el planeta. El de Pushkar, teniendo tantos seguidores que abarrota a diario el camino para llegar a él, y en los días de la peregrinación ordinaria colapsa totalmente la zona.
Además en Pushkar hay otro templo a Vishnu y uno más a Shiva. Éstos dioses en el hinduismo son como una Trinidad.
Pero vamos con el itinerario de hoy.
Cronológicamente he iniciado el día despidiéndome de Jaipur en un altar que tienen montado en la recepción del hotel. Posteriormente viaje en coche a Pushkar y llegada a mediodía para comer en el restaurante en el que me he fotografiado con ese mural tan hindú. Al terminar la comida el guía de aquí, de habla inglesa me ha recogido con su moto porque el pueblo tiene las calles tan estrechas que no caben los coches.
En el primer contacto he ido viendo todas esas casas singulares y típicas.
En el camino antes de llegar un camión y un remolque ( con dos pisos) atiborrados de gente y una vez en el pueblo, mucha gente y mucha moto. No hay mucho mural pero son bonitos.
El pueblo básicamente es una única calle que rodea un lago. Tiene accesos periódicos pero no se puede pasear junto al agua. Tiene zonas de baño donde no dejan hacer fotos. Algunas chicas he visto con el pecho descubierto. La mayoría se bañan completamente vestidos. Un santón me ha cogido por banda, hemos recitado un mantra por mi familia, por los pobres y por todos vosotros, hemos tirado pétalos de rosa en el lago y me han pintado el ceño como veis en la foto con pintura roja y amarilla y unos granos de azúcar pidiéndome una donación para los pobres. Los hay a espuertas y varios comedores en el pueblo donde les dan de comer a todos gratuitamente.

La siguiente nota va de los animales con los que me he cruzado hoy interactuando en algún caso. Vacas y toros, monos, cormoranes y un paseíto en un carro tirado por un camello. Lo más interesante ha sido al entrar en una zona arenosa ver la fuerza bruta del bicho que movía las ruedas del carro como por la carretera. El lago está lleno de peces pues la religión de Brahma prohíbe totalmente cazar y pescar. Aquí todo el mundo es vegetariano y no encontrarás en ninguna carta de hoteles y restaurantes ni carne ni pescado.
Este es el personal de la zona. Más típico hinduista que en Delhi y Jaipur.
La verdad es que he visto muchos más tipos exóticos pero o no los he captado a tiempo o las fotos han salido movidas, pero esto es ya India profunda, con mucho menos turismo occidental aunque sí mucho religioso interno.
Estos son los templos. El de Brahma es el más abarrotado de gente. Una fila continua de tres o cuatro en fondo sin parar.
Cayendo la tarde hemos ido a un magnífico mirador que tenía una luz entre amarillo y rojo preciosa. Estaban tocando tres tam-tam a la vez con un ritmo frenético.
Hoy me voy a despedir con esta magnífica serie de fotos que me ha hecho el conductor que viene conmigo desde Delhi y que es un artista.
Mañana vuelta a Delhi, no menos de siete horas de coche, cena familiar en casa de Raju con su familia, y pasado viaje a Nepal. Se acabó por unos días el calor sofocante. Buenas noches a todos.
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