Hoy quiero enseñaros el hotel donde estoy (no suelo hacerlo salvo que tenga algo especial) porque tiene mucho sabor hindú.
Tiene ese patio interior descubierto con un fresco de una bailarina donde nos dan el desayuno. El exterior es como las viviendas de la "Ciudad Rosa" que luego veremos y los accesos a las habitaciones -la mía es la del rincón- adornados con lanzas y fotos muy típicas.
De camino a la fortaleza de Amir (Patrimonio de la UNESCO) hemos vuelto a pasar por sitios que ayer pillamos anochecidos (Palacio de los Vientos y Palacio del Agua), el primero de ellos dentro de la ciudad Rosa de la que he fotografiado alguna casa más. Hemos pasado muy rápido. El elefantito me lo regalaron ayer después de la actividad con ellos.
Este es un aljibe medieval que ya no tiene agua potable pero que como veis sí usan las cabras. La última foto son construcciones anexas.
De camino y en los lugares visitados he retratado a estos personajes y varios medios de locomoción muy usuales aquí. Moto, triciclo y elefante. Camellos no he visto estando pie a tierra pero dicen que se usan mucho como animal de transporte. Esta mañana también he visto un carro tirado por un toro (distinto de los de lidia, claro).
Esta es la Fortaleza de Amir, como veis, extensísima. Hemos estado casi toda la mañana recorriéndola. En algunas fotos se ve una muralla alrededor. Tiene nada menos que doce kilómetros.
Tiene la fortaleza cuatro niveles con explanadas y patios que van de mayor a menor conforme asciendes en altura, y dedicadas obviamente a dar servicio cuanto más arriba a gente más importante.
Tiene multitud de dependencias, miradores, pasadizos y recovecos con escaleras en los que es fácil perderse. Ahí veis uno. El guía cuando me dejaba un rato solo me decía que tomara referencias para volver adonde él me esperaba. En ese caldero y otro igual que había al lado cocinaban para 400 personas.
También tiene bellos jardines y celosías desde donde espiar al personal. Todos los monumentos de la India necesitan mucha rehabilitación pero no dejan de ser hermosos.
Para el final me he dejado el salón de los espejos con miles y miles de incrustaciones de cristal recubriéndolo todo. Había también un patio para recepciones y fiestas y doce apartamentos porque el sultán tuvo doce mujeres.
A continuación os muestro otro barrido de gente, todos estos currantes haciendo su jornada laboral.
Los de los turbantes rojos en el Palacio Real que luego veremos. Dos de las mujeres puliendo suelos en la rehabilitación también del palacio y otras dos policías. Un músico con una especie de violín de una cuerda que sonaba espectacular, un estampador textil, un tejedor de alfombras y un vendedor callejero.
Le he dedicado un espacio diferente a los albañiles que han de trepar por esos andamios de bambú para llegar a su puesto en la obra.
También os enseño el restaurante de hoy. Por fin un buffet libre especializado en turistas sin chile, masala ni picantes. Nos recibía ese chico tocando magistralmente el tambor
Esta es una visita que me ha sorprendido tanto como me ha gustado. Un observatorio astronómico y astrológico del siglo dieciocho. Lo primero es un reloj de sol. Por la mañana marca la hora en el lado izquierdo y por la tarde en el derecho según vemos la foto. La segunda foto indica las dos de la tarde, cuando hemos llegado. La tercera es otro reloj con la aguja en medio que también media alguna cosa que no me he terminado de enterar. La segunda foto de la izquierda es el reloj de sol más grande del mundo. En la rampa de abajo a la izquierda si colocan un telescopio ven la estrella polar a la que está orientada. Las otras dos fotos son también otros modelos de relojes de sol.

Estas esferas invertidas tienen en el centro una chapa sujeta con alambres y de alguna forma muestran el movimiento celeste. Mis someros conocimientos sobre el particular hacen que no os sepa dar más detalles. Seguramente mi yerno Dani pueda darnos alguna lección. Además hay doce relojes más, uno por cada signo del zodíaco. La foto obviamente es en Leo y algún prototipo de lo que luego serían relojes más perfeccionados.
Por último hemos ido al Palacio Real donde vive aún la familia de los reyes de Registán con título pero sin ningún poder, emplazamiento también Patrimonio de la UNESCO. El que está bajo el arco es mi guía de habla hispana.
También tiene varias dependencias pero es bastante más pequeño que la fortaleza. Es otra visita también interesante. Había una exposición de artistas pintores dibujando ante los visitantes y exponiendo su obra pero no dejaban fotografiar si no comprabas, cosas que no he hecho, a pesar de lo cual me han hecho este simpático regalo que han pintado delante de mi en dos minutos con una indescriptible maestría y un pincel minúsculo mojado en carbón.
Mirad que maravilla me han dedicado.
Este es el salón del trono, última visita, una exposición de fotografías de famosos entre las que he elegido la de Jacqueline Kennedy y unos pavos reales adornando una de las entradas.
A las 4 de la tarde ya no me cambian más cosas que saborear en la cabeza y estaba cansado así es que ahí hemos terminado las correrías de hoy. Mañana toca viajar a Pushkar donde haré otra noche antes de volver a Delhi. Me está gustando la India. Los grupos de españoles que me encuentro me dicen "qué valiente ir solo". La verdad es que la agencia con la que contraté es sería, se interesa mucho por mi seguridad y confort, y nunca me he sentido solo teniendo al chófer y/o a un guía en cuanto salgo del hotel aunque sea solo para dar un paseo. Voy a cenar que aquí ya es tarde. Buenas noches. Hoy como ha llovido ha flojeado el calor. Mañana la ciudad es pequeña. Ya os contaré.
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