Una de las siete maravillas del mundo moderno nos esperaba esta mañana en Agra y ese nunca defrauda. Os enseño primero los edificios anexos en piedra arenisca roja.
Ya solo por ver las puertas de acceso, la mezquita, los jardines, merece la pena ir.
Pero es que el Taj Majal, en cuanto lo ves de lejos te enamoras de él. Para mi lo más relevante es la armonía, simetría y las proporciones. Luego están las piedras preciosas de sus adornos, el color blanco del mármol, la historia que lo originó, el río detrás, en fin, todo ello te hace pasar una mañana excelente.
La visita da para hartarte a hacer fotos. Entre el guía (de habla hispana también por amor con una española) y yo hemos buscado los mejores ángulos.
Era fácil encontrar rincones y detalles bellos.
Y este es el paisanaje al que me he dedicado a robar fotos.
En Jaipur, ya por la tarde, una de las actividades es ver e interactuar con los elefantes. Las actividades, un paseo, una sesión de fotos, darles de comer, bañarlos, bañarte con ellos, pintarlos,... A 25 o 30 euros cada una, yo he cogido dos. Por la mañana vimos muchos monos en Agra, y con los elefantes también había este tipo de pollos con calzas.
Luego hemos ido a ver un palacete que estaba cerrado pero desde cuya puerta salía una escalera que subía hasta un castillo en la montaña. Yo he subido como una décima parte pero me ha servido para verlo desde arriba, ver toda la ciudad desde lo alto y hacer ejercicio. Al bajar unos cuantos toros custodiaban nuestro coche.
Esta es la ciudad de Jaipur vista desde el altillo al que he subido.
Al bajar había un ambientillo muy bonico en la plaza y Ashok, el conductor, y yo nos hemos quedado un rato retozando. Las escaleras hay quien las sube y baja todos los días, además, cargado.
La siguiente parada ya anocheciendo en un paseo junto a un lago con ese palacio en medio.
Este era el ambiente en el paseo. Lo he hecho solo y he disfrutado de lo lindo.
También había una serie de esculturas de tamaño entre mediano y pequeño que representaban una caravana titiritera con elefante, músicos y bailarinas.
El templete chiquitín donde está la chica también pertenece al mismo paseo. Los edificios los he visto ya camino del restaurante para cenar.
Cuando pensaba que el día estaba echado, me he encontrado con esto en el restaurante. Armonio, percusión y dos bailarinas, una de ellas haciendo malabarismo y subiéndose a unas copas metálicas, cogiendo del suelo un billete metido en una botella con la boca y con varios cántaros en la cabeza,... Me han sacado a bailar y todo. Jejeje, otro paquidermo parezco ya.
Mañana visitaré más cosas con un guía de habla hispana. Os dejo que es muy tarde. Buenas noches.
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