miércoles, 6 de agosto de 2025

Bujara, Uzbekistán, Camino de la Seda.


     Por aquí lo pone por todas partes "silkway". En septiembre me han dicho que esto se pone hasta los topes de grupos franceses, italianos y españoles.

    Esta mañana me ha costado mucho arrancar. El hotel es muy sombrío, con pocas luces, el desayuno que ponen en los que no hay bufet no me gusta, y supongo que en parte también el cansancio de casi 100 días me ha hecho mella y aparecieron los típicos pensamientos negativos, pero bueno, me he puesto en marcha sobre las 9 y lo primero que he visto ha sido este palacio de Faizulla Khojaed.

    Había por allí no sé si dos parejas de novios o de youtubers haciéndose fotos.


Por el extremo de la parte vieja de la ciudad por el que he entrado estaban rehabilitando un barrio entero y he visto trabajando a soldadores, albañiles, limpiadoras, transportistas de materiales de construcción y todos los oficios anexos a las obras.

Hay multitud de edificios ya en las calles principales, tanto madrasas como hoteles, edificios oficiales, mezquitas, mausoleos,...

Todo recuerda a lo visto en Jiva pero con mayores espacios y más edificios. Solo en la altura y cantidad de minaretes gana Jiva. Yo digo que Jiva es un pastel y Bujara una tarta, ambos muy buenos cada uno en su momento.

En la siguiente composición amplio algunos detalles de puertas, pasadizos, señalizaciones,...

Los bazares están más enfocados por gremios que en Jiva que estaban todos los productos más mezclados en las tiendas. Estaban muy fresquitos y sin aire acondicionado.

Nunca había visto a tanto artesano por todas partes creando obra junto a la exposición de sus productos. El de arriba a la derecha es un turista que lleva un bloc de acuarelas que pinta en el sitio, parecido al mío de colores. Y la última foto es todo un taller artesanal. No hace falta nada más.

Esta es parte de la mercancía que posteriormente ponen a la venta. Una preciosidad. Me han encantado varios puestos que he visto de sellos de caucho, algunos de ellos hechos con clavos sin punta con los que hacen los dibujos a base de redondelitos.

Uno de los gremios que triunfa es el de los cuchilleros con todo tipo de dagas, cuchillos, tijeras, etc... me han gustado mucho las tijeras con forma de aves. Como veis esa zona estaba animada.

Aquí os resumo algunos detalles del día que he ido recogiendo aquí y allá. 

La comida ha sido un punto de inflexión en mi ánimo que aunque iba remontando porque la ciudad me gusta, seguía pensando cosas que quería rechazar. Ya sabéis cómo es la cabeza cuando está en horas bajas. Ya contaba con que en un viaje tan largo pasaría, y suele ocurrir tras unos días de euforia que tuve en Jiva donde estaba como en mi pueblo.
El caso es que el restaurante era una preciosidad, con un estanque con fuente, patos y cisnes en medio y una música uzbeka muy agradable. Total que por salirme de la rutina de estos días he contactado con mi amigo Anas, un alma gemela mía, me he echado unas lagrimicas y todo ha vuelto a su sitio. Hay que ver cómo relaja un soponcio. Jejeje. Este es el restaurante. La estatua del uzbeko sobre el borrico de la que antes os he puesto un primer plano del hombre estaba en el mismo jardín.

Esta es la única mezquita que he visto. Supongo que mañana que he quedado con el taxista local que conocí en Jiva me enseñará alguna más. Otro taxista, el que me trajo ayer de la estación de tren al hotel me dijo que para conocer Bujara hay que dedicar un día a andar por el centro y disponer de coche otro para ir a otros monumentos históricos desperdigados por una amplia zona de la ciudad.

A las cinco de la tarde y sin sospechar que había también murallas en Bujara, me encontré esto. La extensión amurallada es inferior a la de Jiva, pero he entrado y también tiene su aquel.

Hay una parte con puestos de venta y un buen puñado de exposiciones sobre la historia, arqueológicas, fauna del lugar, vestidos, joyas, armas de guerra y alguna más; también un paseo en la parte alta interior muchísimo más agradable que el de Jiva, entre otras cosas porque en este se ve el exterior, y por fin una parte (casi 3/4 del total) sin excavar ni rehabilitar que es como una era grande por la que te acercas a los miradores más atractivos.


Desde uno de ellos podemos divisar lo que para mí es el Skyline o línea cel cielo de la ciudad formada por varios edificios de los que vimos al principio y que aquí recojo.

Como os digo, mañana tras el desayuno he contratado un taxi por 50€ para que durante 5 horas me acerque al resto de lugares históricos.
También tengo que buscar un medio para ir al día siguiente a Samarcanda.
Buenas noches amigos. 

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