Pues si, así es. No he visto ni un grupo de turistas. Ni los japoneses.
Se trata de una ciudad muy bien dotada de servicios, con un nivel comercial altísimo, y un ambiente sosegado y tranquilo donde conviven armoniosamente más mujeres de negro y tapadas hasta los ojos que en ningún sitio con jóvenes muy maquilladas y camisetas ajustadas de tirantes.
Tiene mezcla de edificios modernos y otros típicos de la época otomana y una vida muy sencilla y parece que feliz.
Estas son las calles del centro todas peatonalizadas como digo con edificios otomanos y modernos y ambiente árabe genuino.
En esta ciudad la autovía es un obstáculo que se interpone entre la población y el mar. La foto del coche rojo es en la plaza más importante de la villa y lo que parece un lugar elevado es también la autovía.
Esta es la misma plaza mirando hacia el interior. Con un mural alusivo a su relación con el mar, unas terrazas y jardines para relajarse, y el omnipresente Ataturk en el centro.
Muy cerca está la mezquita de Iskenderpasa en la que al acercarme creía que los corrillos de gente que charlaban eran los típicos de nuestros recuerdos al salir de misa solo que saliendo del rezo musulmán, pero al acercarme resulta que era un entierro. Lo que veis en las fotos de la izquierda bajo el toldo, en el poyo de la ventana con una tela verde -color del islam- encima es el muerto fuera de la mezquita. El corro no deja ver a los familiares al lado recibiendo el pésame. Absolutamente todo el mundo se saluda aquí dándose dos coscorrones con la frente. Me ha dado cosa sacar más fotos pero las mujeres estaban en un rincón de la plaza hacinadas y sentadas charlando mientras los hombres en corros ocupaban todo el lugar.

Esta es Panagia Khrysokephalos que fue iglesia y fue convertida en mezquita. Es una mezcla interesante. La última foto es la entrada a la zona de las mujeres que normalmente está protegida por una celosía de madera porque ellas suelen entrar por una puerta exterior distinta de la de los hombres. Total que me he metido sin darme cuenta y se han empezado a reír al verme.
En una fachada cercana había estos murales de lugares turísticos de la zona. Lamentablemente la mayoría están a algunos o bastantes kilómetros de distancia por lo que se quedarán en el tintero.
Estos edificios son un banco, la diputación, otras dos mezquitas, y lo de abajo un monumento de hermanamiento entre Turquía y Hungría.
La ciudad está sobre dos colinas y han unido ambas partes con estos elevados puentes.
De camino hacia el mar está este pedazo de mezquita en construcción aún, como la de Sivas. En la foto de abajo se ve una pasarela sobre la autovía que como os digo separa el mar del casco urbano.
Y ahí tenéis el Mar Negro, paseo marítimo, miradores, tumbonas, lugares para pescar, una familia disfrutando del agua (las chicas vestidas), y un puerto pequeño rodeado totalmente por una grada. Parece que el agua es un escenario. Ese agua que aunque no se ve negra si parece un poco más oscura. Me dice la IA y he comprobado con fotos satelitales que desde arriba el agua si se ve negra y que no tiene visibilidad alguna a partir de los 100 m de profundidad, sin embargo hay mucha pesca sobretodo de anchoa que es muy famosa.
Lo de arriba son las dos colinas que forman la ciudad vista desde la playa. Como veis los mercados y panaderías son muy atractivos. También os dejo la prueba de lo que dije al principio sobre las mujeres de negro y las jóvenes occidentalizadas.
Para el final me he dejado el mejor momento del viaje hasta ahora. Mientras esa chica contempla el mar desde un mirador privilegiado, yo he estado escuchando a este músico sirio huido de la guerra tocando ese laúd de tres cuerdas magníficamente y luego charlando con él entre el traductor español/árabe y el lenguaje corporal de ambos. Cuando le he dicho que estuve en Alepo y Damasco justo antes de la guerra casi se me echa a llorar.
Mañana me quedan un par de cosas por ver a las que hay que ir en taxi o microbús y despedirme de Turquía.
Y pasado mañana viajaré a Kutaisi ya en otro país -Georgia- en una depresión entre las dos cordilleras que forman el Cáucaso. Buenas tardes para vosotros. Aquí empieza a anochecer.
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