O lo que es lo mismo, de Pamukkale a Konya.
Siete horas y media de autobús, arrancando en el fértil valle de Pamukkale.
A mitad de camino pasamos por Isparta que yo confundo con la Esparta griega, pero la IA me saca de mi error. Tiene una impresionante estación de autobuses pero la ciudad se ve moderna.
Ahí tenéis algunos de sus edificios y el polígono industrial que no es grande.
Luego nos sorprende el lago Egirdir, de 500 km cuadrados, que tardamos media hora en bordear. Tiene hasta olas en las orillas.
Después empezamos a subir porque Konya está por encima de los 1000 mts de altitud. Me llegan a pitar los oídos.
Y por fin alrededor de las 7 de la tarde aparece Konya, una ciudad extensísima de un millón y medio de habitantes, islámica conservadora, cuna del filósofo Rumi al que vienen peregrinos a ver y lugar de la fundación de la congregación de Derviches giróvagos. A la entrada esa mezquita y el campo de fútbol.
Me instalo y estoy a 100 mts del centro. Lo primero que veo es un anuncio de derviches y unas construcciones modernas que llaman "Mercado frente a la tumba" y que inauguró Erdogan hace 3 años. La ciudad se ve muy limpia y amplia.
Esta es la plaza central. El edificio con una especie de cilindro verde con capuchón es el Mausoleo de Rumi.
Mañana veremos más cosas. Hoy como iba con pantalón corto no he podido entrar en ningún sitio. Por cierto, al estar tan alto hace un fresquito que se agradece.
También contaros que en Turquía hay muchísima policía. Van en tríos y lo controlan todo. Hoy en mitad de la carretera nos han parado y ha subido un poli, ha chequeado todos los documentos de los turcos con un aparato como un lector de QR cuya info veía luego en una tablet. No he visto una palabra más alta que otra a nadie salvo los vendedores de los bazares. Os aseguro que me siento tan seguro como en Albacete a cualquier hora del día o de la noche en la calle.
Buenas noches.
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