Lo primero que quiero contar es que como hay gente que sigue los estados y otras el blog (también hay quien ambas cosas), son casi coincidentes pero tienen alguna diferencia. En el estado voy colgando las fotos y vídeos conforme los hago cada vez que o paro o termino un lugar si voy sin prisa.
Por la noche al llegar al hotel recorto las fotos para mejorar los encuadres y las agrupo por temas para darles un poco más sentido en el blog.
También las reflexiones del blog son un poco más elaboradas que en el estado que voy soltando lo que me viene a la cabeza.
El blog sin embargo, no sé si por incapacidad mía o del programa que me descargué, no me admite los vídeos, y hoy por ejemplo creo que los hay muy descriptivos y solo los podéis ver en los estados.
Aclarado el tema, vamos con la jornada.
Los mercados flotantes están a una hora y algo de viaje desde el hotel, unos 90 km, y por el camino de ida y vuelta he captado unas cuantas instantáneas de edificios e infraestructuras que os darán una mayor composición de lugar. El edificio que parece derrumbarse es una pasada. Lo he visto desde varios ángulos.
Mirad que infraestructuras. El puente que va sobre nosotros yo pensaba que era una vía férrea, pero no es así, es una segunda autovía superpuesta en construcción muy avanzada. Cuesta comprender que con una renta per capita una sexta parte de la española en una superficie nacional casi coincidente tengan esta capacidad. Por un lado son 70 millones de habitantes; de quince para arriba según las fuentes en Bangkok en donde se acumula -también según las fuentes- entre un tercio y un quinto de la población. Posiblemente por tanto las grandes inversiones se limiten a esta ciudad. En los próximos días espero acercarme un poco más a la realidad.
Aquí tenéis alguna torre más que hemos visto con la figurita del Buda del taxista presidiendo nuestra andadura.
Antes de llegar al sitio hemos pasado por unas salinas mayores que las de Torrevieja y luego por una inmensa zona de cocoteros.
Una vez allí te subes a una barca, son muy estables sobretodo las de motor, las hay también de remo. Y por unos canales por donde solo caben dos de ellas, te vas acercando a la zona de los mercados.
En seguida empiezas a ver las casas (de diversos niveles) unas de madera toda y otras de chapa y paja en el techo donde vive la gente. Son muy bonitas en general y parecen muy cómodas, todas con espacios al aire libre mirando al canal.
En muchas de ellas hay estos pequeños altares que todos los budistas confeccionan para Buda y sus maestros. Algunos vecinos departen relajadamente o realizan las labores normales de cualquier hogar.
En seguida empiezan los comercios, unos al pie de los canales y otros en barcas moviéndose alrededor de ellos. La variedad es enorme, a mí me han atraído mucho las pinturas -las hay de primerísimo nivel a mi juicio-, las camisas -me habría comprado otras tres como en Agra-, artesanía, etc.
Es muy curioso ver a la gente negociar sentados en la barca con el comerciante de rodillas o sentado a la manera budista o en otra barca al lado donde lleva todo su negocio. El entorno natural es exuberante. Ese tigre parece que se va a salir del cuadro.
Mirad las antigüedades, la señora cocinando en un restaurante o la otra en su barca vendiendo productos de la huerta.
Bolsos, mariposas disecadas, por cierto los motores de las embarcaciones los tienen brillantes y son bien grandes.
Mirad entre dibujos de elefantes y otros quien aparece. Mr. John Lennon. A una de las señoras con fruta le he comprado y estaba dulcísima.
Mirad que bananas, así las ha llamado la mujer, más chicas. El otro fruto es santol, una especie de higo con la piel muy basta que al abrirse deja salir una pulpa blanca dulcísima. Jamás lo había probado. Ni lo conocía y me ha encantado. Hay un tipo de barca que predomina, pero las hay espectaculares. El conductor suele ir despacio por los canales más concurridos y mercados pero como sabe que a la gente nos va la marcha, de vez en cuando tuerce por sitios más tranquilos y acelera. Que gozada sentir el viento y algunas gotas de agua salpicarte.
Con esa temperatura y humedad, os podéis imaginar como tienen las plantas. Son variedades conocidas en España en su gran mayoría, pero con un color y una fuerza arrebatadores.
En la otra punta de la zona que he recorrido hay un templo budista donde me he bajado de la barca para tomar algunas fotos. Los motivos se repiten. Es muy bonito, la verdad aunque más sencillo que los de ayer.
Esas agujas de punta amontonadas son las tumbas de un cementerio. Algunas tenían fotos y datos de los finados.
Cómo me gusta todo aquello que suena. Tenían unos martillos de madera y he estado un rato probando los sonidos de las campanas, que había unas cuantas. En el río había centenares de carpas. Les echabas pienso y se peleaban por docenas en la superficie. No sé si en la foto se ve bien. La paloma también estaba pendiente de lo que se quedara en tierra.
Luego dudaba entre irme a Chinatown o visitar el mercado de fin de semana de Chatuchak. Yo me inclinaba más por el barrio chino pero el taxista me ha aconsejado el otro y le he hecho caso. Es un mercado con quince mil puestos bastante segregado por gremios, aunque no del todo. Tenía curiosidad por ver la zona donde comercian con animales en condiciones al parecer bastante lamentables pero se ha liado a llover, ya estaba cansado y he pasado de buscarla. Me he tomado tres trozos de tres pizzas diferentes que estaban muy buenas..., por asegurar la alimentación y no probar comida callejera que pueda ocasionarme problemas.

He ido topando con gremios de alguna de mis aficiones, a saber, ropa y calzado deportivo (el comercio de zapatillas es un homenaje a mi hijo Miguel que es un forofo), sellos (tengo una buena colección heredada de mi abuelo Rufilanchas); me ha llamado la atención como hacia té o café ese señor echando el agua en los cuencos de arriba que luego caía en los vasos de abajo. La camiseta de Burt haciendo el mate de Jordan me encanta.
También me he detenido un rato en el gremio de libreros (menos de lo que hubiera deseado). Mirad lo occidental como está presente.
El apartado de antigüedades estaba también muy surtido.
Como os decía, después de comer se ha puesto a llover a cántaros, como lo hace siempre. Me he refugiado en este pub con música de jazz, me he tomado una cerveza y me he venido al hotel.
Como veis una jornada muy de mercados y muy interesante. Mañana voy a Ayutthaya, una ciudad Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Viaje de ida y vuelta y al día siguiente a ver si cojo un tren rápido y tiro para abajo. El primer destino sería Phitsanulok. Qué empecéis bien la Feria de Albacete, amigos.
La mejor Feria del mundo. Viva la Feria!. Mucha Feria! que decía Manolo Pérez Castell. Buenas noches.
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