Hoy pretendo ver ese faro tan original y acercarme a algún mirador a contemplar el atardecer con más calma que ayer.
Empezamos viendo casas, en este caso de ricos, situadas en las afueras de la ciudad en la zona de los acantilados y playas -de roca-.
Estos dos tipos de bloques son los que abundan en toda la planificación que se hizo por parte de la Unión Soviética. En los altos ponen murales homenajeando a determinados personajes nacionales e incluso locales y los bajos son como las grilleras o los barrios marginales de Albacete. Veréis que entre los murales hay uno dedicado a una mujer. Me ha encantado verlo.
Y aquí tenéis el famoso faro. No me digáis que no es original. Incrustado en un bloque de viviendas. No he investigado pero me da que será único en su especie.
La llegada a los acantilados ha costado porque las casas de los ricos no dejan acceder, pero al final ha aparecido el modo. Hay una pasarela de menos de tres metros de ancho por abajo sobre las rocas a modo de paseo marítimo. Veis que las mozas van a hacerse fotos. Una lleva uno de esos tocados que mencionaba ayer. Los hacen con mucho estilo.
Un poco más adelante si que he bajado ya cerca del agua y he disfrutado de este atardecer. Precioso el mar Caspio mirando hacia España desde aquí en el crepúsculo.
De vuelta para casa en un parque había esta gran estatua que parece arrullar a los niños que se solazan a sus pies.
Y no quería dejar de comentaros esta otra foto con la imagen de estos niños en una chapa a tamaño natural reforzando el paso de cebra. Me ha parecido una gran idea.
En fin, sigo sin poder publicar las entradas de ayer y hoy. Me están intentando echar una mano desde Albacete. Veremos que pasa. Buenas noches.
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