sábado, 12 de julio de 2025

Último día en Armenia.

     Un pueblo que lucha contra lo que ha sido su historia con todas sus fuerzas y que necesita un apoyo internacional que le cuesta conseguir.

    Hoy he empezado por la avenida de Beirut que ayer me dejé sin ver y que es muy interesante. 

    Durante el genocidio armenio Líbano acogió a muchos refugiados. El monumento con el hombre joven y los arcos tiene delante al león que representa a Armenia y al toro que por su fuerza y solidez en este grupo representa al Líbano. Es una loa a la amistad entre ambos países.

El otro monumento está recordando a Antranig Dzarugian, poeta, escritor y periodista armenio que nació y vivió en la diáspora, sobrevivió al genocidio y dedicó su vida a defender y recordar a su pueblo.

En la misma avenida de Beirut hay como veis unas fuentes especiales y más abajo otras muy activas. Parece ser que a las 21,30 entre todas, más la grande de la Plaza de la República hacen un espectáculo de luz, sonido y agua que merece la pena.

Mientras, en las fuentes de más abajo incitan a la chiquillería y a quien se anime...

...a pegarse un buen remojón. Menuda envidia he pasado!.

Al final de la calle se encuentra el Ayuntamiento que es ese edificio con la torre de basalto y algún otro más y menos relevantes. Con todo el cablerío de la luz volandero. Aquí el amigo Rami podría montar una multinacional. 

La siguiente parada ha sido para ver la Mezquita Azul de Ereván. Se encuentra en una ubicación un tanto escondida. Aquí los musulmanes son clara minoría.

En sus diferentes instalaciones hay biblioteca, salas de reuniones y pequeñas viviendas. El hombre que veis rezando ha cogido un libro de la estantería y se ha arrodillado para leerlo mirando a la Meca.

Justo enfrente hay un mercado de tres plantas. Al entrar, alimentación y otros comercios. En la primera reposteria con más de 20 puestos. Era la una y media y había 34° así que he comido algo (solo me entraban líquidos) y me he ido al hotel...

... después de una buena siesta he bajado a bañarme y estoy preparando la entrada de hoy en el blog.

Como me pilla de paso, por la tarde he vuelto a pasar por San Gregorio Iluminado. Lo que veis en la parte de atrás parece un anexo pero es un bar iluminado por velas. Al entrar parece que van a salir los monges.

Luego he vuelto a ver fuentes y pequeños lagos por toda la ciudad.

El mural lo vi ayer desde el bus. Es una maravilla. Cerca hay un mercado solo de artesanía que tiene que ser la bomba. Lo he pillado cerrado y he podido fotografiar cuatro cosas, pero ocupa tres calles en paralelo como el paseo de la feria. Repito, solo de artes. 

Este mozo de piedra con la bandera en colores que lo envuelve es un homenaje al soldado desconocido. 

Al final me he venido al sitio equivocado. Eso es frecuente en los viajes, aunque intentes evitarlo. Las guías hablan de que estas fuentes todos los días a las 9,30 de la noche ponen en marcha un espectáculo de música, luz y color, pero esta noche va a ser que no. La única fuente con movimiento y luces es la de la plaza de la República que aparece tres bloques más arriba. En fin, que se le va a hacer. 

Mañana vuelvo a Georgia, a su capital Tiflis (cada uno la escribe de una manera) con el único objetivo de localizar mi medicación. Voy a reservar cuatro noches. Si lo consigo pronto veré la ciudad, y sino, Dios proveerá. Me quedan algo menos de dos semanas de pastillas. Os iré contando. Buenas noches. 

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