viernes, 18 de julio de 2025

Llegaron las medicinas!!. Último día en Tiflis.

     Me ha encantado esta ciudad. Alegre, incluso bulliciosa, sorprendentemente con muchísimo turismo, con mucho que ver y que vivir porque hay una oferta social y cultural muy buena, y con una gente muy agradable. He comido muy bien y voy a seguir con las pilas a tope.

    Vamos con la jornada que ha consistido en subir al parque botánico en el teleférico (es un barranco con una puerta arriba en todo lo alto, y otra abajo en la parte media de la ciudad) y recoger el paquete. Esta tarde toca después de la siesta escribiros y preparar el viaje de mañana. Creo que tengo que enlazar tres marshrutkas para llegar a Sheki en Azerbaiján.

    Antes de llegar al teleférico me he ido encontrando con más árboles gigantescos por la calle que quiero mostraros. En el montaje también los hay del botánico. Fijaros en la foto central. Al pié del árbol está la familia que veis en la segunda foto de la izquierda. El platanero de la última fotografía te obliga a bajarte de la acera para seguir caminando.


Esta es la entrada al teleférico, el vuelo, y las vistas desde arriba. A que se me ve mejor cara pisando tierra firme que colgado allá arriba?. 

Nada más llegar arriba sorprende la grandeza de la madre Georgia. Está en un precipicio y solo se la ve de frente desde la ciudad. La tenéis en la entrada de ayer. Con el vino para los amigos y la espada para los enemigos. 

Lo siguiente es el castillo (foto inferior izquierda). Está cerrado por rehabilitación así es que es mejor la vista desde abajo a la salida junto a la mezquita tomándome un helado, que eran la una y hacía mucho calor. La vendedora me ha preguntado si lo quería con o sin vino. Habría sido azul.

La parte alta del parque está muy bien y en seguida te mete en ambiente.

Hay un bosque de bambú sensacional. 

Como os decía es un barranco y por tanto vas viendo el riachuelo constantemente.

Los senderos están geniales, y si encima una farola se presta a darte asiento y sombra donde no la hay, mejor que mejor. 


A la parte más alta, donde hay un horrible centro de visitantes de acero y cristal no he subido. Ya veis que el acceso es por un puente y unas escaleras sin protección alguna, y yo soy consciente de mis limitaciones. El puente colgante pensaba en cruzarlo solo de ida pero la opción para volver al lado practicable del río era una tabla, así es que he vuelto a bambolearme. Algunas zonas están cerradas por peligro de desprendimientos. El barranco es bastante estrecho.

Y ahora toca la historia del día. Uno de los jardineros, veinteañero, me ha abordado, me ha preguntado que de donde era (esto me está ocurriendo con mucha frecuencia) y al saber que era español me ha dado conversación como si me conociera de toda la vida. Todos empiezan por el fútbol (él es del Barça) pero luego me ha hablado de Ilia Topuria que es hispano-georgiano. Me ha dicho que es del pueblo de su madre. Que él -el jardinero- también es luchador, que el jardín era un trabajo por necesidad, y que le encantaría venir a España. De hecho conocía frases y palabras en español. Me ha dado su teléfono y WhatsApp y dice que cuando venga me llamará. Las primeras dos fotos del montaje siguientes son mías. Las otras son de Misho Khobua, que así se llama. Me las ha mandado junto con otras pocas por la tarde. Dice que las vocales de su nombre y el de Topuria coinciden porque proceden de la misma etnia. Se siente primo suyo y lo idolatra. Que os parece?. 

Por necesidades biológicas he entrado en estos almacenes del centro (su particular Corte Inglés) ya de vuelta de la agencia de paquetería GeorgianPost. De las últimas dos fotos preferiréis la primera que se ve la fuente. Para mí la última es de las más importantes y entrañables del viaje. Mi paquete con medicamentos para otros tres meses. ALBRICIAS!!.

Voy a recoger el equipaje, estudiar las opciones que tengo para llegar a Sheki en Azerbaiján mañana, son 260 km pero con aduanas y al menos dos cambios de furgonetas se irán 6 o 7 horas, y buscar alojamiento un par de noches. Buenas las tengáis. Un abrazo. 

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