viernes, 6 de junio de 2025

Veliko Tarnovo, una ciudad por descubrir.

     Pedí consejo a mi amigo Lolo Roblizo, gran conocedor de Bulgaria, de qué tercera ciudad podía incluir en la ruta después de Sofía y Plovdiv y no lo dudó, así es que aquí me tenéis.

    El viaje desde Sofía en autobús, muy pesado. Solo comentaros que ocurre algo que observé también en el norte de Grecia. Son montañas de no demasiada altura, y sin picos agrestes, por lo que las carreteras en vez de ir dando vueltas y revueltas por el valle, están trazadas cresteando moderadas cimas y dejando los pueblos abajo. 


Durante el viaje, el del apartamento por un mensaje me comenta que están arriba del todo del pueblo y que el acceso es exigente. Quedamos en que por 5 levs (2,50€) me baja a buscar con el coche. Al llegar, además de una habitación con estas vistas me encuentro con una terraza enorme que compartimos los huéspedes.

El pueblo tiene unos desniveles bestiales que yo clasifico en tres. Mi casa es esa roja que veis, en todo lo alto, pero como en Cuenca, lo que parece una altura pasan a ser tres pisos hacia abajo para llegar a mi habitación. Tras pegarme un baño reparador en esa piscina, me bajo a echar un vistazo. La parte alta es un enjambre de casas viejas apelotonadas y con malas infraestructuras que me recuerdan las imágenes de las favelas de Brasil.

Todo son cuestas hasta llegar a la ciudad más moderna que está como a media altura, y desde donde se ven sobretodo escaleras para bajar a la parte baja y al río.

Lo que veis abajo a la izquierda es un mirador en la parte media colgado en el vacío desde el que se ven las vistas de la parte baja. La escultura y el mural, ya sabéis que son parte de mis debilidades.

Por cierto que hay como una estética de la ciudad que se repite mucho en la parte media en miradores y fachadas de las casas. Mirad que curioso. 

Y seguimos viendo imágenes de los desniveles. El primer hombre que veis subir acaba de decirle a su grupo que por ahí no bajen, que es mucha tela. A su derecha veis a una pareja tras un cristal comiendo, y fijaros la profundidad hacia abajo de la calle. Lo siguiente es la terraza de un bar en tres alturas, y el resto imágenes de esculturas, puentes y edificios abajo del todo. 

De todas formas, el grueso de lugares a visitar aún está en las afueras, y se anuncian varios Monasterios importantes a varios kilómetros. A ver cómo me las apaño mañana para ver lo máximo posible. Venía para una noche solo y he tenido que reservar otra en otro lugar porque al ser fin de semana está todo a tope.
Despido el día desde mi terraza presenciando un extraordinario espectáculo de luz y sonido sobre las murallas y el castillo en el valle que obviamente no me ha importado que contaran en búlgaro. jejeje...

Que descanséis!!. Buenas noches!. 

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