domingo, 15 de junio de 2025

Iba a decir que Estambul está como nunca...

     ...pero en realidad está como siempre. Nunca defrauda. No te deja frío, al contrario, te pone las pilas y te ofrece siempre algo nuevo. 

    Ayer domingo estuve hasta la una del medio día en el hotel solicitando visados y decidiendo cuál será la ruta en los próximos dos meses. Hay tantas cosas interesantes en Asia que el tiempo pasa volando y hay que aprovecharlo. 

    Como las distancias son grandes aquí, me he cogido uno de esos autobuses descapotables para 24 horas en los que puedes subir y bajar las veces que quieras y que pasan por los lugares más atractivos. 

   Subiendo hacia Sultanahmed, pero también los encuentras en otros muchos sitios, es fácil encontrar lo que parece el patio de una casa por sus dimensiones y en realidad son pequeños cementerios llenos de tumbas.

    Arrancamos con el bus en Aya Sofía, pasamos por el puente Gálata y vemos mucha actividad en el Bósforo. En la otra orilla Asia nos espera. La Torre Gálata siempre tan distinguida nos contempla y en cuanto llegamos al edificio con chimeneas nos bajamos. Es la zona del Palacio de Dolmabache.


Antes de comer visitamos la mezquita dedicada  a Vezmialem Valide Sultán, construida en el S.XIX y muy bella por su estructura y situación junto al mar. Como veis las paredes son ventanas de cristal translúcido lo que le da un aire distinto, viéndose el Bósforo desde dentro. Nos acompaña un árabe echando la siesta en el suelo. 

La comida al lado del agua y luego rodeamos el Palacio que es inmenso. También atractivo por dentro, pero no entro. La Torre del Reloj y varias puertas de entrada nos dan idea de su riqueza.

También lo hacen los impresionantes muros que lo rodean. La avenida que lo abraza está en hora punta, aunque en Estambul todo es bullicioso.

Un poco más adelante está el Museo marítimo. Parece que no les quepan dentro los cañones y que los han sacado a la calle, además de grandes anclas y hélices.

Se encuentra en una bonita plaza en la que la gente se reúne a contemplar el Bósforo, su parte asiática y a tomar el fresco o un refresco en ese restaurante. El aguilucho de tubos me pareció bastante hortera. 

Hay en el entorno un monumento a Barbarroja, el estratega otomano que dominó el Mediterráneo en el S.XVI, otra mezquita menos refinada exteriormente y el Estadio del Besiktas.

Desde allí volvemos al autobús y nos vamos a la Plaza Taksim, uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad. Allí han construido un imponente "Ataturk Kultural Center" en el que puedes pasar un buen rato viendo lo último en nuevas tecnologías audiovisuales. Tiene varias esculturas en la entrada muy sugerentes. Una chica con una tablet me convirtió en coprotagonista del Principito, versión turca...

... Y así posé ante una pantalla gigante con imágenes futuristas cambiantes.

Había más exposiciones de pintura, y la esfera que veis es una sala para teatros o conferencias.

La plaza Taksim, tan grande como la de la Concordia parisina es donde los Istanbullu, o estambulitas (castellanizado) organizan sus manifestaciones y donde terminan casi siempre a gorrazos con la policía. En días tranquilos es mitad plaza y mitad parque donde tomar un té, jugar en la hierba con los niños o asomarse a la parte baja de la ciudad. Tiene algunos edificios enormes en su perímetro, y como veis, cientos de vallas preparadas para los días de altercados.

Un par de bonitas fuentes adornan los senderos de la plaza,...

...y en un extremo, donde empieza la calle Istiklal -su calle ancha- más fuentes, el Monumento a la República que estaba protegido por la policía (hasta una tanqueta vi pasar), y como no otra mezquita. Esta muy moderna, con cafetería, tiendas en sus bajos y hasta un garaje subterráneo. 

Como se observa, la decoración es actual.

También, al lado, hay una iglesia con tintes de catedral y dos torres en su fachada que parece católica y que por la hora estaba cerrada.

Lo último es buscar un sitio para cenar por la calle principal donde nos encontramos gente de todo tipo, mucha policía y algunos edificios de bella factura más o menos escondidos.

En la calle como veis no falta animación, y algunos puestos típicos, como las castañas y panochas, los mejillones y los carritos con simit, unos rolletes con semillas de pan dulce turco que merienda la gente y que están muy buenos.

Buenos días, que anoche llegué tarde y cansado. Hoy voy a ver si piso la Estambul asiática y me tomo un té viendo la torre de la Doncella. 
Veo que el programa automáticamente ha fechado esta entrada el domingo 15 pero estamos ya a lunes 16.

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