Necesitaba un día un poco más tranquilo en cuanto a caminatas, calores, cuestas y escaleras,... Y hoy ha surgido.
Estos han sido mis encuentros en Izmir está mañana. Sair Esref fue un poeta sátiro que se enfrentó al poder otomano y sufrió persecución y cárcel por ellos. Uno de sus libros se llama "Hay fuego en Irán". Nada más actual.
La mezquita se llama Abdurrahman Efendi, en el barrio de Basmane (la estación de tren).
Una vez en el tren de camino a Denizli me siguen impresionando los barrios que hay en todas las colinas alrededor de la ciudad de Esmirna. También he visto desde el tren esto que parece un acueducto.
La campiña se ve muy fértil y con frecuencia hay invernaderos.
Me extraña ver tan pocas mezquitas. Hay pueblos que no las tienen, y las que se ven son pequeñitas como está.
Como a 100 km nos encontramos con el Macizo del Egeo con alturas de poco más de 2000 mts y algunos pueblos en las laderas.
Este es el castillo de Selçuk que también vemos desde el tren.
Como a 60 km antes de llegar a Denizli vemos esta especie de oleoductos con una extensión de unos 4 o 5 km que entendemos que son para aprovechar la energía termal de la zona que es abundante
Tengo que contar también que estoy en una zona con mucha actividad tectónica. Aquí colisionan las placas Arábiga y Euroasiática. En los siglos I, XIV y XVI hubo terremotos devastadores. En concreto Pamukkale e Hierápolis están justo encima de una falla por la que sale el agua termal y que está calificada como de riesgo sísmico medio-alto.
Como os he dicho, la tarde la he dedicado a descansar. Lo necesitaba hace días, así es que unos bañitos y una sesión de dibujo. El de hoy (llevo mucho retraso) corresponde a Split (Croacia). Es de Gregorio Nin, un obispo que se enfrentó al Vaticano nada menos que en el S.X para exigir decir las misas en croata, lo que supuso un espaldarazo para el sentimiento nacionalista del país. Tiene una estatua de bronce de 8,5 MTS de alta y 20 Tm. de peso
Y por fin el objeto de mi deseo para mañana. Visitar los travertinos, esas terrazas blancas con aguas termales y la vieja ciudad griega de Hierápolis, abandonada tras uno de los terremotos.
Que descanséis. Hasta mañana.
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