viernes, 13 de junio de 2025

Estambul te zarandea!.

     Haces un plan de la jornada pero luego la ciudad empieza a mostrarte sus intimidades y ves un mercado y te acercas, y luego un edificio que te impacta y no sabes lo que es, y te metes, y más tarde una cuesta te saca los higadillos y te tienes que parar a repostar. En fin, he cumplido bastante el objetivo pero he tardado más de lo que quería. 

   Hoy la intención era echar la mañana en la mezquita de Eyup en el Cuerno de Oro y subir al Café de Pierre Loti a contemplar la ciudad desde arriba. Lo he hecho pero por la tarde.

    Nada más salir del hotel me he topado con estos simpáticos murales que resumen un poco la ciudad.

    Torre Gálata, Derviches, Torre de Leandro o de la Doncella, Palacio Dolmabache, y Mezquitas. 

    Necesitaba antes de nada pasar por una Oficina de Información, las cercanas al hotel supongo que por ser viernes estaban cerradas y he tenido que subir a Sultanahmed donde están Santa Sofía y la Mezquita Azul. La oficina es el edificio de madera. El resto son un par de detalles de la ruta y un par de comercios clásicos (alfombras y cerámica de lujo).


Una vez allí me han rodeado estas turistas de interior que iban en grupo con su guía también. Que no todo somos europeos y japoneses. 

Entre los árboles que estorban y las obras de rehabilitación de Aya Sofía y la mezquita Azul, las fotos no son buenas. Otro día volveré a buscar mejores ángulos y sacarlas por dentro, pero hoy viernes quería ir a Eyup. El edificio de en medio es una madrasa o escuela coránica.


En la oficina de turismo me han aconsejado sacar una tarjeta para todos los museos del país, y de camino al lugar donde la expenden he visto gente entrar aquí y me he metido. Es el Mausoleo otomano del Sultán Ahmed I. Impresionante. Con sus hijos y familiares. Cada uno tiene la tablilla con su nombre y algunos un breve historial. 

Ojo a los vendedores en la calle. Algunos parecen sacados de Aladino.
El edificio es el Museo de Historia y cultura islámica donde vendían la tarjeta y también me he metido. 
El obelisco es un regalo de Egipto a la ciudad, y lo otro una fuente para beber y lavarse los pies, ambas cosas necesarias. 

Estás son las piezas más destacadas de un museo interesante. 

Y la mejor de todas sin duda este cuadro que me ha entretenido un buen rato

Luego buscando el tranvía para Eyup he oído follón en otro recinto, y allá que me voy. Pedazo de edificio que ha resultado ser un instituto. Mirad la cancha de baloncesto. Debieron tener anoche una gran fiesta de fin de curso porque estaban desmontando un escenario enorme. Los chicos andaban todos en pandas y comiendo pizzas. Me he enrollado un poco y me he fotografiado con ellos.

Luego he buceado por este barrio bullicioso detrás de la mezquita de Yeni donde había un ambiente muy árabe y sorprendentemente esta bandera de España a modo de parasol.

Más tarde me he topado con el bazar egipcio.

Es el primer edificio, con muchos puestos de especias, frente a la mezquita recién nombrada y ya en la parada del tranvía desde donde se ve la Torre Gálata al otro lado del Cuerno de Oro.

Me acompañan en el tranvía entre otra gente las chicas de abajo, muy arregladas ellas. Es hora de comer y en el restaurante elegido también repone fuerzas esa típica pareja de árabes. Para después me dejo la visita a mezquita y tumba aunque desde el balcón robo alguna foto. 

Dentro de esta mezquita muy importante para los musulmanes dos chicas jóvenes rezando el coran, un hombre, calculo que de mi edad acaba de terminar, los peques juegan bajo la gran lámpara que está a poco más de mi altura, un grupo de escolares aprenden a ser buenas personas, el hombre sentado parece ciego porque pasa las manos por el libro al leer y el mimbar majestuoso nos contempla a todos.

En el patio de las abluciones la tertulia como antaño de los vecinos al fresco, y una madre orgullosa de su hijo que ha tomado la primera comunión o algo parecido. 

    Y por último subo en teleférico al café de Pierre Loti con esa morena de las gafas de sol que me ha ayudado a recargar la Istanbulcard para el transporte urbano. Me tomo un té contemplando esas vistas maravillosas del Cuerno de Oro, y bajo con esa familia tipo dando por terminada la jornada.


    Mañana quiero visitar el barrio de Balat, una peculiar zona que me encontré de sopetón en un viaje anterior y que seguro que os gusta. 
    Estoy empezando por cosas que me llaman más la atención que las atracciones turísticas clásicas, que también visitaré. 
    Buenas noches a todos. 
    

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