Hoy ha tocado viajar de Plovdiv (Bulgaria) a Edirne (Turquía). El paso de la aduana lo estoy haciendo en bus normalmente y no es muy lento. Una hora para unos 40 pasajeros.
El paisaje entre ambas ciudades, como el de Albacete al Salobral pero sin ver las Pelas de San Pedro.
La primera calle a la que accedo me recuerda al centro de Plovdiv con casas bajas decimonónicas. En el jardín de una de ellas esos cañones con inscripciones en árabe.
En seguida la primera mezquita de dimensiones considerables. Es la de Uç Serefeli. Va a empezar el rezo de la tarde y los hombres se hacen las abluciones en la fuente. Dentro algunos ya rezan. Poquitas mujeres.
Justo al lado está el museo del Sultán Fatih Mahmed gratuito pero con poco contenido. Algunas escenas de costumbres y ese inmenso colgante de bolas efectista.
Camino de la oficina de turismo (el edificio de abajo) esta otra mezquita con el campo santo a la vista, y esta construcción que no veo en el mapa muy bien como la llaman.
El mapa que me dan es muy simbólico y algunos lugares al haberlos escrito a mano no se entienden bien.
Enfilo hacia el barrio de casas históricas y me encuentro con un montón de edificaciones de madera muy antiguas, aunque como veis en una foto aún están construyendo casas del mismo estilo. Me parecen encantadoras. Veo pasar a sus dueños a alguna de ellas.
Luego voy hacia los ríos que son dos. Me encanta ver puentes, tanto antiguos como modernos. De camino, esta casa mitad piedra y mitad neoclásica, el edificio amarillo es la Sinagoga, y abajo una de las pequeñas mezquitas que también abundan.
El primero es el Tunca, y este su puente. Hay una especie de gradas para esperar el atardecer. No hay parejas sino solo grupos de hombres, algunos dentro de sus coches viendo la puesta y oyendo cientos de ranas croar. Este es afluente...
... del río que procedente de Bulgaria recorre 411 km. y llega a Edirne con un caudal enorme. Este otro puente tiene doce ojos. En Bulgaria lo llaman el río Maritza y aquí Meriç pero es el mismo. Ceno en esos bares que veis volados con inconsistentes varas de hierro. El día va cayendo y el espectáculo es muy agradable
Vuelvo en autobús y antes de venir al Otel (aquí lo escriben en muchos sitios sin "h"), doy una vuelta con estatua, baños, grafiti, la Gran Mezquita Selimiye, mañana la veréis, en una plaza que ocupa lo que dos veces el Bernabéu, y hasta un Night club junto a mi casa.
Mañana el día promete, hoy he visitado el extrarradio, pero el centro tiene tela. Que descanséis.
A Isabel le encantan las series turcas televisivas muy en boga ahora en España. Le he prometido que te va a ver en breve en plan amatorio y cantando cómo tú sabes. Preciosa y un tanto enigmática me resulta toda esa geografía, por desconocida y distante. Eres mi Harrison Ford manchego.
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