El que la sigue la mata decía mi padre, y yo, cabezota, me fui al Museo de Drazen Petrovic aún sabiéndolo cerrado.
Alucinado es poco cuando vi aquel edificio, el Pabellón de la Cibona -ahora llamado de Drazen Petrovic-, su
monumento y los símbolos del club por doquier.
"VA POR MI PEÑA Y TODO NUESTRO CLUB", pensé.
Qué recuerdos!!. Se me pone la carne de gallina. Dándole toda la vuelta al Pabellón encontré una puerta entreabierta y me colé. Al empleado que vino a echarme no le dió tiempo de evitar que hiciera unas fotos. Que bombonera! Lo que tuvo que ser aquello!.
Desayuné junto a estos señores, exjugadores, empleados del club, aficionados?...
A continuación y buscando una agencia de alquiler de coches para mañana, me topé con el Botánico de la ciudad y me di un relajante paseo.
La ciudad es muy monumental y llena de construcciones y monumentos provenientes de la época de influencia soviética.
La tarde no ha podido terminar mejor porque he asistido a un par de conciertos del Festival de Jazz de Croacia que ha coincidido con mi estancia en Zagreb.
Nina Strnad ha actuado en sexteto.
Es una vocalista Eslovena con voz de cantante brasileña que me ha encantado.
El segundo grupo ha sido un quinteto liderado por Thana Alexa, muy potente pero que a mí me ha gustado menos porque incluía demasiada tecnología.
Mañana espero contaros un paseo de tres horas por el Parque Natural de los Lagos de Plivitza y mi viaje a Zadar, está vez en la costa Dálmata. Buenas noches.
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