La verdad es que cada vez que hablo con Javier Yébenes me cuenta cosas que se pueden ver o hacer en Auckland, y hay para más tiempo. Visita a volcanes, senderismo, el botánico, y luego cada barrio, que son cientos con su personalidad.
El centro cultural de marines jubilados que visitamos ayer por ejemplo es un sitio estupendo, amplio, con una programación cultural estable y de nivel (el concierto de anoche es apto para cualquier club de jazz en cualquier parte del mundo), con una magnífica sala con diversas mesas de billar de varios tamaños, restaurante, instalación de dardos para competiciones profesionales, y otras cosas que no llegamos a ver. La instalación es muy grande.
Hoy hemos ido a un local donde solo venden cerveza artesanal. Tenían 40 tiradores distintos entre los que elegir. Y si quieres comer, en la puerta aparca cada día un furgón de comidas distintas. Si entras en la página del local de cervezas te informan que camión aparca cada día y eliges cuando ir (comida italiana, japonesa, tailandesa, hindú, y varios etcéteras).
En fin, es una ciudad que salvo la impresionante naturaleza parece no tener mucha actividad, pero siendo tranquila y segura, si la conoces tiene mucho que ofrecer.
Hoy Javier ha ido a la oficina y Silvia ha trabajado en casa. Yo la primera parte de la mañana la he dedicado a estudiarme los Estados Unidos desde la perspectiva de un turista (ahora os cuento), y luego he dibujado un poco.
Cuando ha llegado Javier a primera hora de la tarde hemos ido a hacer merienda cena según la costumbre de aquí, y luego a pasear por otra zona de la reserva por la que paseamos ayer por la mañana. Aquí nos tenéis a toda la troupe. Las casas que he fotografiado las hay a miles por todos lados. Como veis la marea está baja. Cuando sube hay un club de remo profesional con atletas Olímpicos y campeones del mundo que entrenan ahí mismo.
Hoy tocaba dibujar algo de Agra. Estuve allí el 18 de agosto y obviamente he elegido una vista del Taj Mahal que me ha gustado de mi archivo de fotos, aunque en ella no se ven los cuatro minaretes que hay en las esquinas de la explanada del monumento funerario.
El itinerario en Canadá está claro ya. Para quien tenga curiosidad será el siguiente. Vancouver tres días, si hace bueno para conducir, visita de un día a Whistler y luego en tren Vancouver - Kamloops - Revelstoke - Banff y Calgary. La vuelta a Vancouver si hace un tiempo para conducir, en coche. Sino, avión. La última visita desde Vancouver será a Victoria y de allí en Ferry a Estados Unidos.
He calculado que estaré en Canadá del 2 al 22 de noviembre.
En Estados Unidos entraré en ferry por Seattle, de ahí a Portland y de Portland a San Francisco. Desde allí, zambullida total en la música norteamericana (country, jazz y blues). Avión o tren de San Francisco a Chicago y en Chicago, coche de alquiler para bajar hasta Nueva Orleans pasando por Springfield, San Louis, Nashville, Memphis, Indianola, Natchez y Nueva Orleans. En esta zona regada entre otros por el Mississippi, nacieron todas estas músicas que tanto nos gustan. Estoy como una moto ya de pensarlo. La ruta me la han facilitado los Amigos del Jazz que en un par de coches la hicieron hace unos meses. Les encantó.
A partir de ahí, dependiendo de los días que me queden, decidire el medio de transporte para estar el 21 en Los Ángeles donde me visitará mi hijo Miguel con quien compartiré una semana. Y una vez se vuelva, tendré que haber planificado Centro y Sudamérica adonde espero viajar durante enero y febrero.
Como veis, este viaje incluye un buen número de horas de oficina. Jejejeje. Estudiar países, rutas, medios de transporte, atracciones, seguridad, monedas, horarios, alojamientos, y nuevamente un largo etcétera.
El trabajo de campo está ya como veis bastante avanzado.
Me he dejado para el final una anécdota que ocurrirá mañana..., para quienes aún sigan leyendo esta entrada.
Resulta que cogeré un avión mañana día 30 de octubre a las 10 de la noche (22 horas), y voy a llegar tras ocho horas y media de vuelo a Honolulu (Islas Hawaii) el mismo día jueves 30 de octubre pero a las 7,30 de la mañana. Como lo oís. A mí me cuesta entenderlo pero es así. Me cuenta Javier Yébenes que muchos turistas en mi circunstancia cuando preparan el viaje, como salen a las 22 horas y vuelan 8,30 horas, sacan reserva de hotel para el día siguiente, y como llegan el mismo día por la mañana, no tienen alojamiento. En fin, para mí es una de las mejores anécdotas del viaje. No sé qué pensaréis. Me voy a la cama que mañana dormiré poco. Buenos días. Buenas noches España.