Muy de mañana vuelvo a Brescia, dejo el coche y me voy a Trieste en tren. La verdad es que es un medio de transporte estupendo.
En el trayecto Elisa Belmonte me cuenta que tiene amigos y alumnos de canto y los pone en contacto conmigo. Una idea genial, claro. Obviamente recojo el guante y contacto con Rita Susovski, una señora encantadora nacida en Trieste y quedo con ella después de comer.
Entretanto voy a Información y turismo a por un mapa y buscando la oficina me voy tropezando con estos edificios
Los últimos son iglesias de todo pelaje. Como he dicho antes Trieste es un crisol de culturas al estar en una zona fronteriza y se mantienen con fervor diversos cultos.
Y después de este paseo que no ha estado nada mal, como en el Restaurante La Piazzetta y me viene a recoger Rita para llevarme al Castillo Miralmare, la joya de la ciudad. Una pasada. Si tengo tiempo volveré un rato mañana.
Por último Rita me deja en una iglesia moderna donde dentro de un rato habrá un concierto coral. Se puede pedir más?
Gracias Rita. Gracias Elisa.
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